LA AUTONOMÍA MUNICIPAL Y LA
PARTICIPACIÓN CIUDADANA
La coyuntura sociopolítica generada por la Constitución
de 1961 y concretada de manera tardía, en 1978, con la Ley Orgánica de Régimen
Municipal, fueron los motivos que los sanjoaquineros se volcaran en una lucha política
sin distinción partidista y distancia generacional. Este encuentro de
ciudadanos,
por una causa común,
ha sido el hecho histórico más importante de los últimos años en la vida social
y política de nuestra comunidad.
Cuando revisamos
detenidamente nuestra historia local, observamos, que hemos tenido la suerte de vivir
íntegramente el proceso republicano de nuestro país, del cual ha generado una
rica y densa documentación, que permite conocer y explicar con mayor pasión la
Historia de Venezuela.
Desde nuestra perspectiva local, podemos diferenciar en San Joaquín
cuatro etapas en su proceso
sociohistórico. La primera de ellas comprendida por los hechos y acontecimientos
transcurrido antes de 1802, cuyo periodo aparece la territorialidad (1596) y, se sentó las bases
institucionales con la creación de la Parroquia Eclesiástica (1782), la
fundación del pueblo de San Joaquín (1795) y el establecimiento del Tenientazgo
de Justicia Mayor (1802), primera jurisdicción político-territorial de San
Joaquín. La segunda formada por el periodo transcurrido desde 1802 hasta 1864,
que hemos denominado “Primera descentralización de San Joaquín”. La tercera
etapa está comprendida desde 1864 hasta 1983, momento histórico donde se pierde
el carácter descentralizado
logrado en 1802. Y, la cuarta etapa, que se extiende desde 1983 hasta nuestros
días (Segunda descentralización de San Joaquín) que, en prospectiva, debe
regir los hechos y acontecimientos sociales que están por venir.
Siguiendo los planteamientos del historiador,
Germán
Carrera Damas (1930), los sanjoaquineros debemos tener primero conciencia
histórica, sobre todos, en aquellos que ejercen liderazgo o
dirigencia política, cultural y social, pues, es la plataforma básica para lograr
una conciencia nacional que poco a
poco, debe ir formando una verdadera conciencia
social y política y, de manera muy
especial, llegar a formar una auténtica conciencia ciudadana,
que nos permitirá afrontar los diferentes retos que como
sociedad nos toca vivir.
Los sanjoaquineros, como sociedad, tenemos un patrimonio social con la
gesta autonómica de 1983, que fue un esfuerzo colectivo que comenzó 1979 y tuvo
una duración de cuatro años y ocho meses de intensa lucha y de participación
política y ciudadana.
Es nuestra responsabilidad social presentar
a las nuevas generaciones los nombres y los elementos que los motivaron a actuar
como un solo hombre por
la lucha de la autonomía municipal, que, entre luces y sombras, hoy todos disfrutamos. Por tanto, no
fue un regalo sino el resultado de una participación cívica, en favor de los derechos sociopolíticos.
Para
ellos haremos uso de algunos papeles que conservamos, y que fueron recuperados por Juan
García, hijo del Cronista Oficial, Antonio García, quien fuera un incansable promotor
de dicha autonomía.
ANTES DE 1983
El antecedente inmediato de la actual fase histórica que
vivimos los sanjoaquineros fue el cambio de denominación de la jurisdicción
político-territorial, entidad política que fue creado en 1802. En 1864 se había
creado el Departamento Guacara con las parroquias Guacara (capital) y San Joaquín. Y, en 1881, mediante decreto se
organizó el Distrito Guacara con el mismo territorio anterior y la Parroquia
San Joaquín pasó a denominarse Municipio Foráneo. Este decreto fechado el 3 de octubre de 1881,
en el Capitolio de Valencia, nombró a
los miembros o concejales principales del primer Concejo Municipal del Distrito
Guacara, al jefe civil y juez de dicho distrito. Además, en el artículo 2º de
dicho decreto se anunció lo siguiente: “El
Jefe Civil del Distrito Guacara, tomará juramento, a los empleados nombrados
por el presente Decreto; y queda
autorizado para hacer los nombramientos de los Jueces y Jefes Civiles de
Municipio, así Foráneo como Urbano [Guacara], y comisionar la Autoridad ante quien éstos
deben prestar el Juramento de Ley” (Medina Báez, José A., 1981, Archivo
privado).
Asimismo, el decreto firmado por el General, Hermógenes López (1830-1898),
estableció en el penúltimo y tercer artículo lo siguiente: “El Concejo Municipal de
Guacara, nombrará la Juntas Comunales de
los Municipios Foráneos, de conformidad con el artículo 21, de la novísima
Ley de Régimen Político y Administrativo del
Estado (Ídem.).
Esta situación permaneció un siglo y un poco
más con la denominación de Municipio San Joaquín, en donde las autoridades
locales se centraban en la Junta Comunal, ente gubernamental que era meramente
administrativo pues, desde Guacara dirigían las pautas y
políticas públicas, a pesar de que los funcionarios nombrados fueran vecinos de
la localidad. Ante un franco desarrollo industrial y urbanos experimentado durante
las décadas de los años 60 y 70, acompañado de un significativo crecimiento demográfico,
era notorio el proceso de cambio y renovación, que clamaba a la comunidad respuesta oportuna.
COMITÉ PRO AUTONOMÍA MUNICIPAL
El político norteamericano, John W. Gardner (1912-2002), en
su libro traducido al español: Evolución
Constante: El individuo y la sociedad (1965),
decía que la renovación social depende de los individuos y de sus capacidades
creadoras; además, que esa renovación depende también de sus convicciones, designios, valores y motivos, que hacen vivir y dan sentido a la vida.
En San Joaquín hubo muchas personas que poseían esas
condiciones que habla Gardner, y que solo se requería
de la voluntad e interés individual para emprender la empresa, de carácter social, más importante de su
Historia contemporánea. Así lo dejó registrado uno de sus
principales promotores el señor Antonio García (1920-2003), que afirmó lo
siguiente: “Al estudiar la Ley Orgánica
de Régimen Municipal, adquirida en una avenida de la capital de la República en
el mes de enero de 1979, pude conocer las condiciones que ese instrumento legal
(en vigencia desde 1978), establecía para la elevación a Municipio de cualquier
población del país. San Joaquín, en todo caso, no solicitaría ser reconocido
como Municipio, porque ya lo era desde 1881 […]. El problema y lo
contradictorio de esta situación, es que San Joaquín gozaba de la jerarquía de
Municipio pero sin tener la autonomía […]. Ocurrió entonces, que el 1ro. de
febrero de 1979 se llevó a cabo en el salón de la antigua residencia
parroquial, la primera con la presencia de 29[34] personas y una vez conocido y
tratado lo suficientemente el motivo de la misma, se procedió el nombramiento
de la Directiva de la organización que se denominó Comité Pro-Autonomía de San
Joaquín, el cual cesó en sus funciones al lograrse el objetivo que promovió su
creación”… (Palabras pronunciada el 26 de octubre de 1987).
Las personas
que asistieron a la convocatoria, en la casa
parroquial, a las 7:30 p.m., fueron los siguientes: Rafael Escalona, Irma Loría
de García, Luis Armando Tortolero, Eusebio Hernández, Ángel Eduardo Arias,
María de Zamora, Estéfana Ramírez, María L. de Salas, Omar Vicente Alzurutt,
Carmen F. de Arcila, Vilma D. Arcila, Virginia de Escalona, Mercedes de Loría,
Clara de Durán, Glenda Tovar, José Faría, Carmen de Orellana, Petra Luisa de
Ramos, Hilda Núñez de Henríquez, Carmen
Ramos, María de Alpizar, José Pérez Silva,
Braulio José Ramos, Antonio Acosta, Pedro E. Ramos, María del Socorro
García, Luis Rojas, Esther Ramírez, José Rivero Montana, Alfredo Camacho,
Daniel Jiménez, Dr. Ulises Arias, R.P. Fortunato Salas y Antonio J. García C.
Para organizar y mejorar la coordinación de los trabajos, se estructuró la siguiente directiva: Braulio Ramos,
Presidente; Luis Rojas, Vicepresidente; Esther Ramírez, Secretaria de Actas y
Correspondencias; Antonio García, Secretario de Relaciones Públicas; José
Rivero Montana, Primer Vocal; María del
Socorro García, Segundo Vocal; Luis Armando Tortolero, Tercer Vocal. Y, el Dr.
Ulises Arias y R. P. Fortunato, Asesores.
Aunque
no todos los ciudadanos fueron consecuentes a lo largo de la lucha, el comité
fue muy dinámico y flexible hasta el final, con la participación
libre y voluntaria. Sin embargo, fueron tres los pilares de la organización
social que dieron constancia y sentido a la lucha sociopolítica, ellos fueron:
Braulio José Ramos, Luis Carmelo Rojas y Antonio J. García C. En cuanto a la decisión de nombrar presidente
a don Braulio Ramos fue acertada. Él fue un político que tenía experiencia en
los asuntos públicos de carácter local, había construido un prestigio como destacado
dirigente campesino de un importante partido político (Acción Democrática), de
un talante democrático y muy persuasivo en su liderazgo.
En un informe elaborado por el
comité de fecha 17 de octubre de 1979, manifestaron un balance de gestiones y una
clara conciencia ciudadana de lo que habían iniciado:…“el comité surgido como consecuencia de perseverancia, sentido de responsabilidad ciudadana y visión
futurista de una estimable representación popular […], de iniciar las
diligencias en favor de la autonomía municipal. Estas acciones pueden enumerarse como sigue: a) solicitud con
fecha 6 de febrero del año en curso a la Asamblea Legislativa Estatal, pidiendo
la autonomía del Municipio en base a lo establecido en la actual Ley Orgánica
de Régimen Municipal, haciendo énfasis de las condiciones territoriales,
demográficas y económicas del momento, y de la posibilidades posteriores de un
desarrollo armónico, diversificado y creciente; b) comunicación al Concejo
Municipal del Distrito Guacara, con fecha 15/2/79, participándole lo cumplido
ante la Asamblea Legislativa, y a la vez, que esperábamos de dicha Institución
el respaldo y el incentivo necesario para
lograr la meta deseada; c) se elaboró un manifiesto para distribuirlo en la
población y una guía para la promoción radial que no se dieron conocer a los
ciudadanos; d) se produjo un trabajo para el periódico que fue publicado en El
Carabobeño el 7/6/79 y c) se intentó continuar efectuando las reuniones y se
visitaron con asiduidad algunos Barrios para constituir comisiones que dieran
público respaldo y mantuvieran en vigencia en su jurisdicción la idea de la
autonomía Municipal San Joaquín”…
En
una reunión del comité efectuada el 28 de octubre de 1979, se nombraron cuatro
comisiones conformada por las siguientes personas: Redacción: Antonio García, Alejo Moreno, Oswaldo Álvarez, y Miriam Aguilar. Finanzas: Florencio Bracho, Braulio
Ramos, Francisco Del Valle, Luis Rojas y Lenín Granado. Publicidad: Alejo Moreno, Julio Del Valle, Ovidio Parra, Félix
Oropeza, Luis Olivero, Lenín Granado y Esther Ramírez. Enlace y Promoción: Braulio Ramos, Daniel Jiménez, Carlos Castros,
Luisa Camacho, Antonio García, Alejo Moreno, Enrique Osorio, José del Carmen
Monasterio, Genoveva Díaz, Oswaldo
Álvarez, Francisco Del Valle, Julio Del Valle, Carlos Durán, Darío Castellanos,
Petra L. de Ramos, Víctor J. Verenzuela.
En toda lucha social hay obstáculo e
intereses por vencer. No fue nada fácil perseverar en el difícil camino angosto
de la autonomía, era necesario estar dotados de valores y convicciones humanas
que, con una visión social y de grandeza, apartando a un lado las mezquindades
individuales, pudiera superar unidos las dificultades
que nunca faltaron.
Además de las personas mencionadas, también formaron parte del comité,
los siguientes ciudadanos: Pedro José Peraza, Inocencio Ramírez, Carlos Ríos,
Zunilde de Granadillo, Nelly Ochoa, César Hernández, Luis Sequera, Antonio
Arias, Luis Almeida, Leopoldo Díaz, entre otros.
En una entrevista que realizó Álvaro Toro a los señores,
Pedro Peraza y Félix Oropeza, acerca de la importancia de la autonomía
municipal, ellos respondieron: “Está muy
claro en la Ley de Régimen Municipal, que en uno de sus artículos dice que
todos los pueblos deben ser autónomo para administrar sus propios ingresos y
que estos sean empleados en resolver los problemas internos de este municipio y
no como sucede que los recursos son manejados por distritos capitales. Y lo más
importante de esto, las obras de embellecimiento público y muchas otras construcciones necesarias para
el saneamiento ambiental pueden ser realizadas por el material humano del
municipio que es numeroso y de buena calidad, o sea crearíamos una fuente de
trabajo para el municipio” (La
Panela Ilustrada, Nº 15, Año 2, Enero de 1983).
Podemos apreciar que los cambios sociales están en manos
de los individuos, que solo se logra con aprendizaje, flexibilidad y adaptación
individual, ejerciendo un liderazgo concertado,
que convoque a diferentes voluntades entorno a los objetivos comunes. Para
quienes vivieron esa experiencia y para quienes nos toca revisarlo, el proceso
social iniciado en 1979 y concluido en 1983 es una prueba evidente de que la
voluntad de un pueblo decidido, es superior a
cualquier obstáculo creado.
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