El iv
Obispo de MÉRIDA EN San Joaquín
(Con ocasión de la celebración de los 238 años de
creación de la Parroquia Eclesiástica de San Joaquín)
En la larga travesía entre
las ciudades de Caracas y Mérida que realizara, en 1802, para su toma de
posesión canónica de la silla episcopal, como Obispo de la Diócesis de Mérida
(1777), Mons. Santiago Hernández Milanés (1750-1812) hizo una
brevísima parada en el Pueblo de San Joaquín de Mariara (1795).
El Obispo Hernández
Milanés era nativo de Villa de Mieza, Provincia de Salamanca, España, en donde
realizó sus estudios de humanidades hasta lograr el título de Doctor en Derecho
Canónico. Estando en ejercicio de párroco fue nombrado Obispo de Mérida de
Venezuela el 14 de marzo de 1801, por el Rey de España Don Carlos IV, y
preconizado (designación canónica de Obispo) el 5 de julio del mismo año por el
Papa Pío VII. (Avendaño Cerrada,
Elizabeth. (2007). Don Santiago Hernández Milanés: entre lo Divino y lo Humano,
en El Patrimonio Eclesiástico Venezolano, Tomo III, pp. 19-31).
Llegó a Venezuela por
el Puerto de la Guaira el 23 de junio de 1802, y recibió en la Santa Iglesia
Catedral de Caracas la consagración y ordenación episcopal de mano de Mons. Francisco
de Ibarra, Obispo de la Diócesis de Caracas o Venezuela (1798-1803).
De la ciudad de Caracas
salió el 27 de julio en compañía de su secretario, Lic. Pbro. Mela, y el 02 de
agosto, después de seis días de camino llegó a San Joaquín. Fue recibido por el párroco, Pbro. José
Damián Saubens (1765-1829), que se encontraba en las tareas de edificación del
templo parroquial y organización del nuevo pueblo.
El Obispo Hernández
Milanés venía con la recomendación del señor Obispo de Caracas de “abrir
confirmación” en la Iglesia parroquial, la cual se hizo efecto el mismo día 02
de agosto; desde la una hasta la tres de la tarde, tiempo que estuvo
suministrando el Sacramento de la Confirmación a numerosas personas de la
comunidad. (Libro 1° de Confirmación,
1802-1847). Éste hecho social, de aparente apremio, tiene un gran
significado histórico para la feligresía, ya que se realizan y se asientan las primeras confirmaciones de la
jurisdicción parroquial de San Joaquín.
El Obispo llegó a su destino el 25 de septiembre,
y había permanecido viajando 60 días, cumpliendo, quizás los mismos encargos
episcopales en las demás parroquias que hallara a su paso. En su extensa
Diócesis de la Provincia de Mérida de Maracaibo practicó un pontificado fructífero,
en lo material y espiritual, pero, fue interrumpido de manera inesperada por el
trágico temblor del 26 de marzo de 1812, cuando habiendo concluido la
celebración de los actos litúrgicos del Jueves Santo, y encontrándose en el
palacio episcopal quedó sepultado bajo los escombros del inmueble,
ocasionándoles el lamentable fallecimiento.
San Joaquín, 06 de
noviembre de 2020.
Evencio Díaz
Cronista Municipal
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