Pastores de San Joaquín: patrimonio cultural
de Venezuela
Evencio Díaz
Se ha recibido con
mucha alegría la decisión del Instituto del Patrimonio Cultural (IPC), Caracas,
en la cual el próximo 24 de noviembre la
Agrupación Religiosa Cultural, Los Pastores de San Joaquín (1920), junto a los Pastores
de Aguas Calientes (final del siglo XIX), El Limón (1914), Chuao (1925), Los
Teques (1996) y los de Boconó, recibirán la certificación que los acreditará como,
Patrimonio de la Nación. Con esta determinación la expresión cultural logra un
nuevo reconocimiento después de haber sido declarada patrimonio municipal
(Decr. Nº 0021-2001, Agosto 29) y del estado Carabobo (Decr. Nº 2331, 2004
Junio 17), que, por un lado, debe contribuir a fortalecer la identidad e
idiosincrasia que une a los sanjoaquineros como colectividad, y por el otro, también,
ha de garantizar la continuidad y permanencia de la manifestación cuya
divulgación es una herencia sociocultural de carácter folclórica.
Con la
mirada puesta en la celebración de su primer centenario, Los Pastores, una y
otra vez, deben mirar con detenimiento sus orígenes, y así, poder enfrentar con
certeza las futuras renovaciones y acechos que puedan deformarlo, como elemento
cultural de tradición oral y auténtica
expresión de la Identidad Nacional.
A finales de la
segunda década del siglo XX, procedente del caserío de Aguas Calientes de Mariara,
se trasladó a San Joaquín el cultor y hombre de fe, Asunción Beltrán (1905-1981),
conocido como “Maestro Chon”, quien implementó la celebración pública del
velorio en honor al nacimiento del Niños Jesús mediante cantos y danza de los
Pastores, en el mes de diciembre. La práctica devocional se estrenó el 24 de
diciembre de 1920, y desde entonces, la manifestación ha vivido un proceso sociohistórico
de, implantación y adecuación, de innovación y particularización, que,
esquemáticamente, podemos periodizar en cuatro etapas: I. Antes de su primera presentación
en 1920, II. Desde 1920 hasta 1950, III. Desde 1950 hasta 1960, IV. Desde 1960
hasta nuestros días.
En
la etapa I ocupa los antecedentes inmediatos de iniciativa del maestro Chon en
la organización danzante; el surgimiento devocional en Aguas Calientes, jurisdicción
de la iglesia parroquial de San Joaquín (1782) y acerca de las raíces hispánicas
ceremonial de la danza de Pastores. La
II etapa fija los cimientos de la manifestación popular con las mismas
características de los de Aguas Calientes, pero con el apoyo del párroco, Fr.
Leonardo María de Destriana, ingresa al templo parroquial con la incorporación
del Auto Sacramental. En la III, es una etapa de transición, que ante los
excesos se le prohíbe la entrada al templo. Se desprenden de accesorios en la
indumentaria y se va poner a prueba su devoción.
En1960,
en la etapa IV, coincide con el inicio de la administración parroquial del P. Domingo
Segado (1926-1970), quien los orienta y le permite retornar con mayor esplendor
a los actos dentro del templo. Realizan ajustes y cambios, como en la tonada al
estilo de la parranda de Yagua; se robustece su conciencia de actores culturales
y organizan el semillero de los Niños Pastores (1990); se colocan como meta la
consecución de una sede propia; y últimamente, estrechan más cercanía con las
actividades parroquiales mediante la participación activa, en la formación de
un coro de Misa dominical.
Felicitamos a la gran familia de Los Pastores,
los de hoy y los del mañana.
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