EL AÑO EN QUE LA CASA MUNICIPAL DE SAN JOAQUÍN FUE SAQUEADA

En el archivo del Concejo Municipal de San Joaquín (1984), que es el ente gubernamental que dio continuidad a la otrora institución parroquial o municipal de la Junta Comunal (1824-1984), se encuentra el libro de actas de sesiones más antiguo con fecha de inicio el 16 de enero de 1926. ¿Qué ocurrió con los demás libros anteriores a 1926, cuando bien sabemos que tenemos autoridad pública desde 1803?

Recordemos que San Joaquín nació como jurisdicción político-territorial el 26 de agosto de 1802, y el año siguiente se juramentó el primer teniente de justicia mayor, funcionario que era la autoridad civil y tenía amplias atribuciones como la de policía, hacienda, judicial e incluso de guerra. Con la creación de la Provincia de Carabobo (1824) la jurisdicción cambió la denominación de tenientazgo a parroquia civil, hasta 1881, cuyo nombre cambia a municipio. La sede o asiento de gobierno, llamado por mucho tiempo «casa comunal» siempre ha estado ubicada frente a la plaza Bolívar, actual alcaldía o despacho del alcalde.

Teniendo presente el convulsionado siglo XIX, el periodista Miguel Colombet en su libro Carabobo, Histórico y Pintoresco (1968:345-348) rescata una correspondencia de Juan Nicolás Arcas, vecino de San Joaquín, dirigido al presidente del estado Carabobo, Dr. Laureano Villanueva. Aun cuando la fecha se omite, suponemos que es de los primeros meses de 1890, ya que el gobierno de Villanueva fue entre 1890 y 1891. La correspondencia consiste en un informe detallado donde denuncia la situación que se encuentra el municipio foráneo, perteneciente al Distrito Guacara (1881).

Entre las descripciones que hace Arcas está la respuesta a la pregunta que nos hicimos, pues, como reacción de las autoridades salientes de la derrota de las elecciones regionales de finales de 1889, los funcionarios locales habían dejado «La Casa Comunal en la más completa ruina, desprovista de todo lo necesario: mobiliario no existe…De modo que hoy todo tenemos que crearlo de nuevo: ni un libro, ni una ley, nada, nada». Este hecho funesto de asalto y robo, por inescrupulosos funcionarios municipales, siempre lo hemos vivido, en el 2021, en el cambio del actual gobierno local, fue notorio la extracción de computadoras y documentos por los funcionarios salientes, que, con toda razón, lo llamara Colombet como «las ratas del guzmancismo».

Es posible que antes de 1889, y así como después de esta fecha, se haya repetido esta inmoralidad pública, en donde los papeles o libros hayan desaparecido o sido destruidos, teniendo como consecuencia la ausencia del valioso patrimonio documental que nos correspondía heredar.

San Joaquín, 30 de noviembre de 2023.

 

Evencio Díaz

Cronista Municipal

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