COMBATE
DE El AGUACATE: 200 ANOS DESPUÉS
La acción de El Aguacate fue uno de
los tantos hechos de armas que ocurrió durante la Guerra de Independencia
(1811-1823), bien conocido por la historiografía tradicional, como “Batalla de
Los Aguacates”. Ya hemos argumentados las razones del error cometido por la
historiografía en la pluralización del topónimo (Los Aguacates), lugar en donde se efectuó la acción de guerra
el 14 de julio de 1816.
Al mismo tiempo, con esta precisión y aclaratoria geohistórica de
la alteración del topónimo, se ha rescatado un elemento histórico-cultural de
nuestra identidad local. Esperando que, desde aquí en adelante, no haya más duda en el supuesto sinónimo del nombre
del lugar (El Aguacate = Los Aguacates)
y, de esa manera, conservar inalterada para la
posteridad el conocimiento del topónimo de El Aguacate.
El mejor acto para conmemorar la
acción de El Aguacate es su comprensión y explicación de los sucesos, que
originaron el hecho histórico. Asimismo, precisar algunas afirmaciones de su
desarrollo, desde el punto de vista de la
ciencia histórica. Por lo tanto, sujeto
a la revisión crítica, que no lo
hacemos solo por criticar sino con el objeto de avanzar en el conocimiento
histórico.
El contexto geográfico para ubicar
los hechos, fue
el territorio del pueblo de San Joaquín
de Mariara (1795), ubicada en los Valles de Aragua, jurisdicción de la
ciudad de la Nueva Valencia del Rey de la Provincia de Caracas o Venezuela. Y, desde el 10 de julio de 1816 hasta el día 18, el jefe
realista Morales establece su cuartel militar en el centro poblado de San
Joaquín: él había
llegado a Valencia el día 6 de julio procedente de Ocaña (al norte de Santander)
tras conocer los movimientos de Bolívar en las aguas antillana.
SOCIEDAD IMPLANTADA Y MONÁRQUICA
Para el mes de julio de 1816, San
Joaquín de Mariara era un pueblo consolidado en su estructura social de poder y
bien definida, con una población estratificada de 3.270 habitantes: 2.010
pardos libres, 766 blancos, 317 esclavos, 131 negros libres y 46 indios, según
el censo parroquial realizado por el padre Saubens,
de fecha 4 de julio de 1816.
Desde el año de 1803 San Joaquín contaba con
autoridad civil, llamado Teniente de Justicia Mayor cuyo
representante del gobernador de la Provincia,
tenía entre las
múltiples ocupaciones, el cargo de cabo de guerra. Sus actuaciones van a hacer determinante en el
control social y, sobre todo, el de mantener el orden monárquico como única
expresión socio política conocida.
El pueblo de San Joaquín, al igual que la mayoría de la población, mantendrá una postura recia de fidelidad al rey, y
así lo deja asentado el brigadier Francisco
Tomás Morales en el parte de guerra de fecha 15 de julio de 1816, en donde
señala que: “Estoy
lleno de regocijo al haver visto el noble entusiasmo con q.e se me presentaron
voluntariam.te p.a marchar contra el enemigo los vecinos de Valencia, Los
Guallos, Guacara y S.n Joaquín, y muchos otros de aquellos valles, siendo muy dignos de la consideración
de S.M estos fidelísimos vasallos suyos q.e pongo en concider.n de V.S p.a Su
Sup.or conocimiento, y q.e se sirva elevarlo a quien corresponda” ( Real Academia de Historia, Legajo 18, fs.
52-55).
Es importante tener presente esta
realidad histórica, que choca contra la enseñanza romántica
y “patriótica” de la historiografía tradicional o de emancipación, que surge
después de la guerra como factor ideológico de la clase dominante (blancos
criollos), en justificar el proceso independentista.
DESEMBARCO EN OCUMARE
El 7 de septiembre de 1814, el
Libertador Simón Bolívar (1783-1830) sale de Venezuela derrotado ante el
segundo ensayo republicano, y se restablece el Poder real en la Provincia de
Caracas, que permanecerá hasta lograda el triunfo de la Batalla de Carabobo
(1821).
A partir de 1815 se da inicio una
nueva fase en la disputa de la Independencia,
con la ocupación militar al mando del Mariscal de Campo Pablo Morillo (1775-1837). Mientras tanto Bolívar comienza su
periplo por las Antillas. En Jamaica
define la nueva política mediante la “Carta de Jamaica” (6 de septiembre de
1815) y de allí, se traslada para Puerto Príncipe, Haití. En Los Cayos de San
Luis da inicio la organización militar
para activar una
nueva invasión a Venezuela, cuya expedición la historiografía le dio por nombre
de Los Cayos.
En
mayo de 1816, se reanuda la lucha armada
independentista: combate naval frente a la isla de los Frailes (02 de mayo),
Margarita (17 de mayo) y la toma de Carúpano (01 de junio).
El 6 de julio,
por la tarde, llegó la expedición y ocuparon el
puerto de Ocumare de la Costa; después de una corta resistencia, se envió una
división para Borburata y Patanemo, y otra para el cerro El Aguacate; y una partida para Choroní a cargo del coronel José Francisco Piñango (Francisco
Javier Yanes, Historia de Margarita,
1948: 87).
RUTAS
DE SOUBLETTE
Y EL MOVIMIENTO RETROGRADO
La división de vanguardia dirigido
por el coronel Carlos Soublette
(1798-1870), bajó simultáneamente por el cerro de Guacamayo hasta llegar a Maracay
y, por el valle de Mariara, hasta
llegar al sitio de La Cabrera. Estos movimientos del ejército expedicionario
generaron las siguientes acciones:
Fecha |
8 de julio |
10 de julio |
14 de julio |
Lugar |
La Cabrera/Maracay |
La Piedra |
El Aguacate |
Tipo de acción |
Combate |
Combate |
Combate |
Por imprecisiones geohistórica, se ha venido afirmado que Soublette bajó por el cerro
El Oro y llegó al pueblo de San Joaquín.
Es totalmente incorrecto, pues,
en el caso cierto de la afirmación, hubiese ocurrido un hecho de armas de
grandes proporciones ya que, en el pueblo de San Joaquín estaba destacado una
compañía del ejercito realista.
Estando en Maracay el coronel Carlos Soublette tuvo conocimiento de que
Morales había llegado a la ciudad de Valencia con un ejército de 7.000 hombres,
por lo que decidió retirarse por el camino que va a Ocumare, a través de la
Hacienda Cura, hacia la cima de El Aguacate. Esta decisión de Soublette fue motivo de
severa censura, por parte de Bolívar, la cual, el
historiador Lecuna habla de resentimientos creados en Soublette contra Bolívar
y, de sus repercusiones en la
disolución de la República de Colombia (1821) en el año de 1830.
COMBATE
DE LA PIEDRA
El topónimo de La Piedra (lugar
rocoso que se encuentra en terreno de la hacienda Cura) también fue objeto de alteración
(pluralización), y este error,
a nuestro parecer, se debe al historiador Vicente Lecuna (1870-1954), quien fue
el responsable de la transcripción y publicación del libro de Francisco Javier Yanes (Historia de Margarita, 1948). Lecuna, en el momento de dar título del apartado que trata
sobre las acciones militares, lo llama “Combates en Las Piedras y el Aguacate”, a pesar de que, en el corpus de la obra,
afirma de manera explícita ... “la
serranía de La Piedra” … (p. 89). El nombre de la acción se escribe
correctamente en el parte y demás documentos, que posteriormente redacta
Morales.
Esta acción solo lo menciona los realistas, y lo dejó registrado Morales en el parte que realizó
el mismo día 10 de julio; en el informe dice que: “La acción se empezó a las 4 ½ de
la tarde, y se concluyó a las siete, haviendo quedado el campo del enemigo por
nosotros, pues se replegaron a las alturas, y llevan la ruta a Ocumare donde
creo se fortificaran, y harán la última defensa. En este estado dispuse mi
marcha a este pueblo [San Joaquín], y he llegado a él aora q.e son las dose,
con el fin de darle descanso a la tropa, y por habérseme concluido las
municiones, p.a obrar mañana según las circunstanc.s lo exigieren” (Real
Academia de la Historia, Legajo 18, fs. 50-50v).
Algunos historiadores dicen que
esta acción fue una escaramuza, y,
en la exaltación que hace Morales de la acción,
habla de muertos y heridos en el ejército independentista el cual, no hay
ningún registro de dicha afirmación.
En los libros de defunciones de la Parroquia eclesiástica de San Joaquín de Mariara no hay ningún registro, ni siquiera de los tres soldados independentistas fusilado el 12 julio (Tulio Arends, Sir Gregor Mc Gregor. Un escocés tras la aventura de América, 1988:76).
COMBATE
DE El AGUACATE
En los escritos realistas se afirmó
que la acción de El Aguacate tuvo el rango de Batalla. A nuestro parecer, se debe primero a la exaltación gloriosa que hace
Morales, y segundo,
al carácter propagandístico de la época, debido de la presencia en el hecho de
armas del Libertador. Pues, significaba la derrota de la máxima representación del
proceso independentista, que comenzaba proyectarse en las demás regiones de
América.
Pero conceptualmente y, de acuerdo a la literatura sobre el arte de la guerra
de la misma época, solo fue un Combate, es decir, una
acción parcial. Así lo entendió y lo dejó registrado Yanes,
como el Combate de El Aguacate en el libro Historia de Margarita.
En una carta firmada por Morales, en Villa de Cura,
el 31 de julio de 1816, manifestó lo siguiente:
“Con la División de mi mando, y alguna Milicias de Valencia, q.e en
todo componían como seiscientos hombres, emprendimos el ataque, yendo a buscar
al enemigo a su misma posición, a fin de llegar con oportunidad salimos de S.n
Joaquín a las doze de la noche; no puedo manifestar a V.E con toda la realidad
q.e se merece, el denuedo, el valor, el entusiasmo, de los q.e me acompañaran,
cada uno quería ser el primo q.e se señalare, a pesar del peligro, del
inminente e irresistible peligro qe tenían por delante, puses la 1a descarga de
los enemigos fue a pedradas, lo que le facilitava la altura
y escarpado declive en q.e se
hallavan sobre nosotros, y así es q.e
algunos fueron contusos, y aun heridos de piedras” (Real Academia de
Historia, Legajo 18, fs. 67-67v).
La acción
de El Aguacate comenzó a las 6 de la mañana del
14 de julio, y tuvo una duración de cuatro horas. Las bajas
suministradas por Bolívar fueron de 200 hombre,
entre muertos y heridos. Testimonio dejado por Francisco de Paula Vélez,
teniente coronel del Batallón Giradot, quien recibió una herida ligera de
bayoneta en el hombro, perdió dos oficiales y 40
soldados.
Morales describe la acción como sigue:
“Entró después el fuego, con
tanta viveza, y prontitud que humeava la montaña, y luego, se entró a la
bayonetas, con tanto brío que los enemigos, sin embargo de su maior num.o
q.e llegavan hasta el de ochocientos hombres, y animados del ynfame
traydor, y su caudillo Simón Bolívar, volvieron la espalda, emprendiendo una
precipitada fuga hacia el valle y Puerto de Ocumare. Entonces todo fue desorden
entre ellos, arrojavan las armas, y hasta la poca ropa de q.e
estavan bestidos, por huir y escaparse,
y aunq.e era igual p.a todos la fragosidad del camino,
fueron perseguidos hasta el mismo Puerto de Ocumare, concluyéndose la acción ya
de noche, a cuyas sombras pudieron escaparse algunos, y entre ellos el mismo
Bolívar, quedando en el campo q.e
fue toda la extensión del camino como de 400 hombres, q.e no
volverán a inquietarnos”
(ídem).
Aunque
Bolívar, en lo personal, estaba derrotado,
no así la expedición que después del combate, se juntaron en consejo de guerra
en Ocumare y decidieron marchar a Choroní, bajar al Valle Onoto y seguir a los
llanos. Este nuevo movimiento estuvo bajo la responsabilidad del escocés Mac-Gregor,
que con éxito llegó a ocupar a Barcelona. Por estos méritos, Bolívar le concedió el 28 de diciembre de 1816, el
título de la Orden de los Libertadores.
Evencio
Díaz
Cronista
Oficial de San Joaquín
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