Padre Dionisio Izquierdo: párroco y luchador social

 

 La Parroquia eclesiástica de San Joaquín estuvo durante 13 años bajo la responsabilidad espiritual del R. P. Dionisio Izquierdo García (1930-2005), de la Congregación de la Misión (Padres Paules), orden religiosa que se dedica a la evangelización de los pobres y la formación del clero (seminario conciliar).

El Padre Izquierdo se destacó por su lucha en favor de la Autonomía Municipal de San Joaquín (1983); la construcción de la Capilla La Milagrosa (1991), ubicada en la Urbanización Parque La Pradera; su preocupación constante por el mantenimiento y conservación de la infraestructura de la Iglesia parroquial, logrando sustituir las puertas principales y laterales, además, respaldó los programas sociales de Comedor Parroquial y del Centro de Formación San Vicente de Paúl (Invecapi), que se estableció a través de Cáritas Valencia o Pastoral Social Diocesana.   

Fue un hombre de carácter, incansable trabajador y de actividad comercial muy peculiar, que sabía combinar con su labor sacerdotal.  La permanencia como Cura-párroco de San Joaquín marcó, no solo una particular administración parroquial, sino también la terminación, por momento, de los servicios de las órdenes religiosas y el reinicio de la responsabilidad parroquial del clero diocesano.  

Para quienes vivimos de cerca su administración parroquial, siempre recordaremos sus actitudes y comportamientos: suficiente para escribir un anecdotario. Por sus actitudes fue odiado, pero también lo quisieron; y comprendieron su responsabilidad cristiana, pero fue ante todo un hombre desprendido, con convicciones religiosas y de una gran vocación sacerdotal.             

Párroco de San Joaquín

            El Padre Izquierdo nació en Villayerno Morquillas de la Provincia de Burgos, España, el 4 de marzo de 1930.  Realizó sus estudios de primaria y secundaria con los Padres Paules, luego se trasladó a la ciudad de Cuenca para realizar estudios de filosofía y teología, en el seminario de los mismos religiosos. Tomó los votos religiosos el 18 de septiembre de 1948 y fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1956.

            Su servicio sacerdotal lo desarrolló en Venezuela. Primero estuvo en ciudad Bolívar y en el Seminario de Barquisimeto regentados por los Padres Paules; luego, pasó a la ciudad de Valencia, en la Parroquia El Carmen. Después, por disposición del señor Obispo, José Alí Lebrún,  fue enviado  a la parroquia de El Limón, estado Aragua.

          En una entrevista que les realizó Luis Carruido y Álvaro Toro,  señaló lo siguiente: ...“y  finalmente me dispusieron a escoger entre las parroquias de Central Tacarigua, Tucuyito y San Joaquín. La Congregación [de la Misión] decidió por la de San Joaquín por considerarla con la de mayor población humilde.”…(La Panela Ilustrada, Año 3, Nº 35, Enero 1987, p.4).

              El Padre Izquierdo tomó posesión canoníca de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de San Joaquín el 4 de abril de 1982.  A las 10:30 de la mañana, reunidos en el recinto de la Iglesia parroquial el Pbro. Jairo Villamizar, vicario de la parroquia San Agustín de Guacara y delegado del Arzobispo de Valencia, Mons. Luis Eduardo Henríquez Jiménez, realizó el acto solemne de posesión. Así mismo, estuvieron presenten, entre otros, el Pbro. José Rodríguez López  y  el Reverendo Padre Provincial de los Padres Paules, Martiniano León,  y  demás movimientos de apostolados y  la feligresía en general. (Libro Segundo de Gobierno de la Parroquia de San Joaquín, 1860-1982, p.510).

            En una semblanza que publicó Héctor Mota Sevilla con ocasión del Solemne Funeral que se realizó en San Joaquín el 18 de septiembre de 2005, hace un resumen de sus actividades diarias señalando que: …“ Ejerció su Ministerio Sacerdotal a cabalidad: atendía personalmente el despacho parroquial, preparaba a los niños para recibir la Primera Comunión, impartía charlas prebautismales, bautizaba, legitimaba matrimonios, confesaba, impulsado siempre por el deseo de salvar almas, al final de la jornada celebraba la Eucaristía, se ocupaba particularmente de la visita a los enfermos los primeros viernes del mes, no veía hora ni lejanía cuando se trataba de ayudar a bien morir a una persona, regalaba alimentos, y solo Dios y él sabía a quién”…  (Díptico impreso, 2005).   

            El Padre Izquierdo lo sorprendió, en marzo de 1995, un infarto que lo indispuso para continuar al frente de la responsabilidad parroquial. Desde esa fecha su vida siempre activa se fue apagando poco a poco, ya nunca sería el mismo que conocimos. Sin embargo, su retiro en Sanare, estado Lara, estabilizó su ritmo de vida que le permitió sobrellevar la lesión física durante 10 años.

            Había regresado a España para unas vacaciones, cuando el 8 de septiembre de 2005 fallece a la edad de 75 años. Había dejado atrás una comunidad que nunca se olvidará de su servicio y permanencia como párroco de San Joaquín.  

Critica a la gestión municipal

            Cuando el Padre Izquierdo llegó a San Joaquín, los habitantes del municipio estaban viviendo una histórica lucha para lograr su autonomía. Desde 1979 un grupo de ciudadanos y dirigentes sociales y políticos se habían organizado en un comité pro-autonomía. Con la llegada del Padre Izquierdo, como nuevo párroco, fue inmediata su incorporación al sentir colectivo, la cual, le permitió afirmar años después lo siguiente: … “Desde 1982 estoy en esta población donde he tomado participación activa en muchas de sus luchas, desde su anhelo mayor como fue la autonomía municipal y participe también en las comisiones que estudiaron la organización de ordenanzas y leyes que rigen los concejales”. (La Panela Ilustrada, Año 3, Nº 35, Enero 1987, p.4).  

            La autonomía municipal de San Joaquín se logró el 25 de octubre de 1983 y el año siguiente, se instaló el primer Concejo Municipal. Una vez de culminada el primer año de gestión municipal, en 1985, el Padre Izquierdo sorprende a la comunidad, sobre todo, a las nuevas autoridades municipales con una contundente declaración de prensa: “El Padre Dionisio Izquierdo Califica de Rotundo Fracaso Gestión de la Municipalidad” fue el titular que apareció el 22 de junio en el diario de El Carabobeño. 

            La declaración desató un conflicto con quienes detentaban el Poder público local, cuyo ejercicio de poder en algunos concejales fue siempre sensible, arrogante e intolerante, y, por supuesto, rechazaron las declaraciones del Padre Izquierdo que sostenía…“que durante el año que tiene funcionando [el Concejo Municipal] no se han cumplido las promesas que se hicieron en la campaña electoral” (El Carabobeño, 22 de junio de 1985, p. C-2).  

          El Padre Izquierdo era un sacerdote cercano con la gente y su apreciación acerca de la realidad social de los sanjoaquineros, no le era para él nada extraño; solo expresaba lo defraudado que se hallaban la mayoría de los habitantes por los ofrecimientos incumplidos. Su reclamo tenía un contenido moral, y así lo manifestó al señalar lo siguiente: “No soy político, pero como sacerdote y como ciudadano que desea el bienestar de la comunidad, luché y abandoné muchas veces mis actividades dentro de la Iglesia, para diligenciar en compañía de otras personas, la elevación de San Joaquín a municipio autónomo, cuyo resultado no se han visto por ninguna parte, pues a un año de gobierno municipal todo anda a la deriva como barco sin timón en alta mar”. (Ídem.)

El Padre Izquierdo concluyó las declaraciones diciendo que el presupuesto municipal se gastaba en pagar cargos burocráticos, a dirigentes políticos y activistas, sin importarle las soluciones de los problemas económicos de muchas familias que, a veces no tenían para comer.     

            La respuesta de la fracción mayoritaria no fue acorde a la situación social y, en vez, de las autoridades llamar a una revisión de la gestión para corregir las fallas, tildaron al Padre Izquierdo de defensor del gobierno de Luis Herrera Campins (1925-2007), y de profesar ideas copeyanas.  La réplica estuvo a cargo del profesor, Carlos Ríos, jefe de la fracción de Acción Democrática que, como concejal impuesto desde Valencia, por tanto, un extraño dirigente que no vivía en la comunidad de San Joaquín, señaló lo siguiente: “fueron con fines políticos y parcializadas las declaraciones vertidas por el presbítero Dionisio Izquierdo, en torno al primer año de gestión municipal” (El Carabobeño, 29 de junio de 1985).    

             El Padre Izquierdo fue diáfano, directo y  sin temor alguno a la hora de emitir alguna opinión de cualquier asunto público. Tenía un gran sentido de pertenencia que, es poco común en personas extranjeras, pero él nunca lo fue.  Siempre fue parte de la comunidad de San Joaquín, lugar en donde se ganó el apreció y se le aceptó como un sacerdote de fuerte temperamento.             

Capilla de la Pradera

La Obra parroquial que siempre se sintió orgulloso, fue la construcción de la Capilla La Milagrosa (1991), que había sido un proyecto que comenzó en 1983, con la inquietud de un grupo de vecinos de la Urbanización Parque La Pradera. Entre ellos, se encontraban la señora Nelly de Ortiz, José Rigoberto Rojas, Oneida de Araujo, Belén de Belisario, GermanÍa de Guzmán, Adelaida Márquez, María Elena Tirado, Antonio Rangel, José Araujo y Félix Pérez, quienes formaron la Junta Pro-Construcción del Templo.

En misiva fechada el 22 de julio de 1983, se hizo la solicitud para la donación de un terreno para la construcción de la capilla, y el 11 de abril de 1984 recibieron la aprobación del espacio, cuya superficie era 3.000 m2. Para edificar la capilla se comenzó un proceso de gestiones para recaudar y solicitar el material de construcción. La empresa premezclado San Joaquín donó las vigas y  las empresas areneras donaron el cemento y los agregados. También recibieron colaboración de Vicente Lecuna, Felipe Casanova, la familia Vásquez, Fundación Polar, Alcaldía de San Joaquín, entre otros.   


El 10 de noviembre de 1991 a las 10:00 de la mañana, reunidos la comunidad parroquial, las autoridades municipales, la comunidad de los Padres Paules y su párroco Dionisio Izquierdo, fue inaugurada y bendecida por el señor Arzobispo de Valencia, Mons. Jorge Urosa Sabino, la capilla con el nombre de La Milagrosa.

La edificación de la Capilla La Milagrosa siempre será el testimonio material de su permanencia en San Joaquín, de su labor pastoral y de su fe por extender el Reino de Dios. Es por eso que los hombres como el Padre Izquierdo, nunca mueren del todo, y su legado aun no material, es ya un patrimonio que nos pertenece a todos los sanjoaquineros.

Nota: agradecimiento al señor Jesús Clara, por su apoyo con las gráficas de este artículo.

Evencio Díaz

Cronista Municipal

 

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