DE MATADERO A LUGAR DE CAPILLA
El crecimiento demográfico de San
Joaquín no ha ido a la par con las respuestas a las demandas sociales,
culturales y económicas, y muchas veces, esta situación, se debe a que los dirigentes
políticos, religiosos,
o, los ciudadanos, que tienen tal responsabilidad, no
asumen por igual su rol de dirigente sociocultural; asimismo, la
capacidad de percibir el
sentir de la gente, en sus inquietudes y necesidades
sociales.
Un ciudadano, con visión social, tiene una perspectiva que lo distingue de los demás. Pues esa condición lo impulsa a generar oportunidades, que
siempre son para mejorar el entorno comunitario. Pero
además, el
ciudadano requiere de ciertas condiciones
humanas que contribuye a sensibilizar su horizonte; tales como, la cercanía con la gente, ver, escuchar y actuar
oportunamente.
Durante
los años 40 y 50, gran parte de los
terrenos de la hacienda El Carmen, se daba comienzo
un proceso lento de asentamiento urbano no controlado, que,
años más tarde, tomará el nombre de Barrio El
Carmen. Esos terrenos, posteriormente, fueron adquiridos por el Estado
venezolano a través de Instituto Agrario Nacional (IAN), con el objetivo de
crear el Asentamiento Campesino El Carmen. Años después, se empieza a experimentar un auge
socioeconómico causado por el establecimiento de las primeras industrias, y ha mediado de los años 60 cambiará poco a poco la
fisonomía rural predominante, que había tenido la población de San Joaquín
desde su fundación (1795).
Con el crecimiento poblacional, también, se acrecentaron algunos problemas
sociales que opacaba el buen desenvolvimiento social de sus habitantes. Ya en los primeros
años de la década de los 60, el lugar llamado El Carmen, colindante con el
sector La Indiana, se encontraba inmerso en hechos indecoroso, que ponía en
tela de juicio y de duda reputación a muchas familias que allí residían. Tan
alarmante era la situación, que dicho
sector fue considerado una zona roja a la vista de los demás habitantes de
municipio San Joaquín.
GESTIONES
E INAUGURACIÓN
La señora María de Magallanes,
vecina del sector, les manifestó a los demás
vecinos la conveniencia de disponer y darle uso a los espacios físicos
abandonado del antiguo matadero municipal, que había sido clausurado a raíz de
la orden del Ministerio de Sanidad de suprimir los mataderos no regulados. Esta instalación consistía en un galpón
ubicado en el margen norte de la carretera nacional entre los sectores El
Carmen y La Indiana. La propuesta encontró receptividad y respaldo de todos
los habitantes. Seguidamente, se dio inicio a las diferentes gestiones
impulsada por la señora María, acompañada con la señora Esther Falcón. Para ese
momento, la ciudadana María de Magallanes, ocupaba el importante cargo de secretaria
de la Junta Comunal.
El día 13 de mayo de 1964, en
reunión de sesión ordinaria de la Junta Comunal de San Joaquín, precedida por
José del Carmen Monasterios, … “se acordó
ceder a la parroquia el local donde funcionó el matadero, para que sea creada
una Capilla” … (Acta de la Junta Comunal San Joaquín, año 1961-1972, f.
31). En esa misma reunión se le mandó participar al Padre Domingo Segado que,
cuando fuese lo más conveniente, avisara a la
institución municipal para hacerle entrega lo acordado.
La entrega se formalizó el 30 de mayo, cuando los integrantes de la
Junta Comunal se trasladaron a las instalaciones donde funcionó el matadero
municipal, para concretar la entrega del local. En presencia del Cura-párroco y
de los vecinos de la comunidad, el señor Monasterios, presidente de la
institución, manifestó que: …“esta
resolución había sido tomada con el fin de crear en este sitio una capilla, la
cual es de suma necesidad en este barrio [El Carmen] porque así tendrá la
juventud una mayor orientación espiritual y moral, que tanta falta hace para ser buenos ciudadanos”… (Ídem,
f. 33).
A pesar de que
había una infraestructura adelantada, el Padre Segado asume el reto y
manifiesta … “que por su parte no habrá
inconveniente de llevar a cabo esta gran obra, pero que se tendrá que trabajar
mucho para acondicionar el local y poder destinarlo para este fin” … (ib.) El año siguiente de la entrega, fue ratificada
mediante acuerdo del Concejo Municipal de Guacara, según oficio Nº 210 de fecha
7 de julio de 1965.
Después de entregada las instalaciones, el Padre
Segado convocó a reunión con el propósito de dar nombre o patrón a la capilla
que se tenía proyectado. En dicha
reunión se propusieron los nombres de Nuestra Señora de Coromoto y la del
Sagrado Corazón de Jesús, éste último fue propuesto por Segado. La
decisión se debía esperar, pues, al final tuvo en sus manos la decisión de designar el patrón, que recayó en su propuesta. El Padre Segado
tenía razones de sobras para imponerse con este nombre,
y, quizás la más importante, fue que su fortalecimiento
espiritual había
sido inspirado y sostenido por su inmensa devoción al Sacratísimo Corazón de
Jesús, a quien confiadamente consagraba su vida sacerdotal. Esto lo había
demostrado en sus primeros pasos religiosos, cuando al momento de tomar el
nombre religioso, decidió por el de Fr. Domingo del
Sagrado Corazón de Jesús.
La
adecuación de las instalaciones para las actividades religiosa requirió de la
colaboración de muchas personas e instituciones. Solo la Junta Comunal había
aportado 4.000,00 bolívares.
Pero venciendo
todas las dificultades, el 26 de agosto de 1967, el Obispo de Valencia, Mons.
José Alí Lebrún, con la asistencia del Padre Segado, las autoridades civiles y
feligreses, bendijo la Capilla del Sagrado Corazón de Jesús. Hubo celebración
de la Santa Misa y un gran número de primeras comuniones.
En la historia
no hay casualidades, y la fecha de la bendición está
determinada por la decisión del Padre Segado, cuyo día y mes coincidió con la
de su cumpleaños número 41. Qué mejor
celebración, de un religioso-sacerdote, ver bendecir una capilla con el nombre de su santo patrón.
PRIMERA
FIESTAS PATRONALES
Las celebraciones de las Fiestas
Patronales en honor al Sagrado Corazón de Jesús se dio inicio el 24 de junio de
1968, cuyo primer comité organizador quedó conformadas por
las siguientes personas: Doris Lara, Ramón F. Peña, Miguel
Magallanes, Gregoria de Bolívar, María de Magallanes, Siria Sánchez, Ana de
Castillo, Efraín Chirivella y Jesús E. Bolívar.
El primer paso para la organización
de las fiestas eran la recaudación de fondos,
mediante la entrega de sobres a los vecinos colaboradores, realización de verbenas y excursiones; además, de las solicitudes económica a las autoridades de la Junta Comunal,
empresas y comercios de la localidad. En esa oportunidad se hizo la primera
verbena en el Club Los Compadres.
En la primera elección de Reinas de las Fiestas Patronales, fue electa
la señorita Carmen Yolanda Guevara quien fue coronada por el Padre Segado
al frente de la Capilla. Estos eventos se realizaron regularmente, podemos
mencionar las siguientes reinas: María Milagros Pinto (1971) y María Barrios
(1972).
No hubo, por diferentes circunstancias, continuidad en la celebración de las Fiestas Patronales. Una de las razones de peso ha sido la ausencia de relevo que reemplazara el calibre de personas como fueron, María de Magallanes, Siria Sánchez y Gregoria de Bolívar (goyita), quienes fueron unas incansables luchadoras.
REMODELACIÓN
Y REAPERTURA
En el mes de noviembre de 1996, la
Alcaldía de San Joaquín inició los trabajos de reconstrucción de la Capilla
Sagrado Corazón de Jesús, promovida por el Cura-párroco Pbro. Joel Núñez. El 28
de noviembre de 1998, dos años más tarde, fue oficialmente reabierta las
instalaciones de la capilla mediante la celebración de la Santa Misa, presidida
por el entonces Cura-párroco, Pbro. Kafka Pirela Soto. La celebración de la
liturgia coincidió con el inicio del nuevo año litúrgico, el Tiempo de Adviento, las cuales exhortaba a los cristianos de estar
atento y preparado en las diferentes venidas de Jesucristo. Pero también
para la comunidad del sector Carmen Centro, fue el inicio de una nueva etapa
histórica.
Recordamos que, al pisar la entrada
de la capilla remodelada, se sentía los cambios, sus espacios
cómodos que dignificaba la presencia real de Jesús Sacramentado, que nos hizo olvidar la irresponsabilidad y el
estado de descomposición de la administración de los recursos públicos, por parte de las autoridades municipales.
Fueron dos largos años, donde se destaca la perseverancia de las señoras Benilde Bolívar, Leonor Aguiar y Siria Sánchez, quienes no desmayaron, en ningún momento, hasta ver concluida la remodelación.
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