POLICÍA MUNICIPAL DE SAN JOAQUÍN
Desde 1992 los sanjoaquineros cuentan con una importante
institución de carácter local destinada a la seguridad ciudadana, la cual no ha
cesado de ser tema de comentarios por los continuos desaciertos en sus
actuaciones o, el ejercicio de algunos de sus integrantes, en el cumplimiento
de sus funciones policiales. Lo más preocupante es la percepción que dicha institución
ha creado en los habitantes del municipio, en cuanto al desprestigio creciente
del organismo o de todos los funcionarios, que conforman el cuerpo policial;
sin que haya, hasta ahora, ninguna disposición de las autoridades municipales
de revertir la buena imagen del ente encargado de mantener el orden público.
Ciertamente, no hay estructuras sociales perfectas, pero si
organismo público dotados de mecanismos de renovación permanente que le permita
superar las fallas humanas. Para muchos,
es preferible eliminar la institución, aunque a veces no sea la solución; pues,
la materia de seguridad ciudadana es una realidad que se debe encarar con
actividades planificadas, que minimicen los efectos de criminalidad dentro y
fuera de la institución policial.
Según la actual Constitución Nacional (1999), se plantea
que la Seguridad Ciudadana no es solo asunto del Estado, también de toda la
sociedad civil que debe participar en la política pública de seguridad. Por tanto, cualquier opinión que se haga,
estamos en el derecho de contribuir en solucionar un problema que nos
corresponde a todos.
La historia no es un recuerdo nostálgico, es la presencia
del hombre en el tiempo y espacio, lo que permite comprender el presente y
proyectar el futuro. Sin la referencia del pasado es imposible que podamos
avanzar en la perfectibilidad de las instituciones públicas, que conforma la
estructura democrática venezolana.
En esta oportunidad evocamos los orígenes de la Policía
Municipal, no sin antes de revisar brevemente la conformación de la seguridad
pública de principio del siglo XX, además, de recordar algunos casos sonados de
abuso de autoridad que ha tenido la institución local, haciendo uso como fuente
histórica la prensa escrita.
LA SEGURIDAD
PÚBLICA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX
A
principio del siglo XX, la seguridad pública del municipio de San Joaquín fue
competencia del Jefe Civil, que tenía a su cargo a un Comandante de Policía,
luego llamado, Jefe de Policía, en la medida que fue creciendo el número de
agentes de seguridad. La Jefatura Civil funcionaba en la casa de gobierno o
municipal, al frente de la Plaza pública, actual sede de la Alcaldía de San
Joaquín.
El Jefe Civil fue la máxima o
primera autoridad del municipio y tenía una fluida y constante comunicación con
la Junta Comunal, ente que administraba el presupuesto anual (recaudación y
gastos) y cancelaba el sueldo mensual de los funcionarios adscritos a la
jefatura civil, tales como el secretario y los agentes policiales. A continuación conoceremos un poco más de
cerca el funcionamiento de la otrora seguridad pública en San Joaquín.
En sesión ordinaria de la Junta
Comunal, fechada el primero de abril de 1927, se asienta los alcances de las
atribuciones que tenía el funcionario policial: “También le ha sido notificado a esta Junta, verbalmente, por el
ciudadano recaudador de Rentas que el ciudadano Comandante de la Policía,
Santiago Martínez, con el respectivo apoyo del ciudadano Jefe Civil del
Municipio ha llevado a cabo un ensanche
en el cementerio de esta población de treinta metros de largo por diez de ancho.
Obra que ha realizado sin omitir esfuerzos por no ser tanto el gravamen para
las Rentas Municipales. Visto el interés del ciudadano Santiago R. Martínez,
Comandante de la Policía, quien se esfuerza por el cuidado de las obras
públicas del Municipio, ha acordado darle la más expresivas gracias”
(Libro
de Actas de la Junta Comunal de San Joaquín, 1926-1941, f.34)
Para 1930 se presupuestó el salario
del Comandante de Policía y un Oficial de Policía, devengando un sueldo mensual,
el primero, 180 bolívares, y el segundo, la cantidad de 120 bolívares. El Jefe
Civil cobraba 500 bolívares y el secretario 200 bolívares mensuales. En 1936 se comenzó hablar de Primer Policía,
Segundo Policía y Tercer Policía, siendo la figura del primer Policía similar a
la del Jefe de Policía, que se retoma nuevamente el nombre a partir de 1939. Se incluye el nombramiento del Jefe de Caserío de Mariara, delegado
del Jefe Civil y de Policías supernumerarios.
Adicional
del sueldo mensual, los agentes policiales disfrutaban de una alimentación diaria,
así quedó registrado cuando: “Un oficio
del ciudadano Jefe Civil de este Municipio donde pide un aumento de Bs. 0,50 en
la ración diaria para el Cuerpo de Policía, el cual después de leído fue puesto
en consideración, resultando concederle el aumento exigido desde el primero de
julio próximo venidero, quedando aprobado por unanimidad” (Acta del 17 de
junio de 1939, f. 136).
En
1939, nuevamente, el Jefe Civil envía un oficio a la Junta Comunal,… “donde refiere la imperiosa necesidad que
tiene el Cuerpo de policía de este Municipio de el distintivo que debe llevar cada agente del orden público, que consiste
en una placa con su respectivo número, así como también de una gorra nueva cada
uno por no estar en condiciones de decencia e higiene las que usan en la
actualidad, fue puesto en consideración”… (Acta del 6 de octubre de 1939,
f. 121).
En la sesión de la Junta Comunal de fecha 5 de marzo de
1940, el secretario leyó…“Un oficio del
ciudadano Jefe Civil de este municipio donde pone en conocimiento de esta Junta
según la participación de la recorrida, en la noche del 2 del corriente como a
la una y media más o menos, paso dicho recorrida compuesta por el Comandante,
Ignacio Villafaña, y el Agente de Seguridad,
Pedro Acevedo, y encontraron la puerta
de entrada del Dispensario abierta y habiendo llamado para dar aviso, nadie
contestó, dando por resultado que estaba
solo”… (Libro de Actas…, f.134).
Otras
atribuciones lo encontramos asentados en “Un
oficio del ciudadano Jefe Civil de este Municipio donde participa a este que,
por información de la policía, faltan 16
bombillos en el alumbrado público de la población. El presidente resolvió
ordenar al Recaudador para hacer la compra de los bombillos necesarios”
(Actas de la sesión 19 de septiembre de 1941, f. 183).
En 1941 se recibe “Un oficio del ciudadano Jefe Civil de
este Municipio donde comunica a esta Corporación el nombramiento del ciudadano
Bruno Emilio Arias, Policía Rural Nº 1, con residencia en Mariara y de punto en
Punta Palmita los jueves, sábados y domingo, con la asignación de Bs. 1 diario,
con la obligación de ocuparse de cobrar patente en ese caserío. De esa manera
no tendrá el cobrador de Rentas que trasladarse a Mariara diariamente gastando
Bs. 1 diario, pues este Policía además de atender otros casos, también hará
estos cobros”
Una
vez desaparecida la figura del Jefe Civil
y remplazada por la del
Prefecto, funcionario que asumirá la responsabilidad del Cuerpo de Seguridad,
dependiente de la administración, nombramiento y equipamiento de la gobernación
del estado Carabobo, las autoridades locales fueron exento de la competencia de
la seguridad ciudadana, hasta 1992.
PIONERA DEL ESTADO CARABOBO
A finales de la década de los 80, Venezuela comienza
experimentar un proceso de descentralización con las elecciones de alcaldes y
gobernaciones. Esta novedosa experiencia acompañada de iniciativa creativa de
los gobernantes electos por elección popular, dio inicio una distribución del
poder público hasta ese momento concentrado y dirigido desde la ciudad capital.
Le correspondió al ciudadano, Pedro José Peraza, Alcalde electo del municipio San Joaquín para el
periodo 90-93, promover los nuevos horizontes que se abría con la nueva figura
de Alcalde como órgano Ejecutivo municipal. Ha sido el periodo de gobierno más
fructífero y exitoso hasta ahora realizado por gobierno alguno. Esto se debe a
las diferentes obras ejecutadas de gran importancia colectiva y que, aún
permanecen, y que son frutos de ese primer ensayo de gobierno local
descentralizado.
Según las leyes de
ese momento, la Constitución Nacional de 1961 contemplaba en el artículo 30 la
competencia de los municipios de organizar la Policía Municipal. Asimismo, en
el artículo 36, numeral 16, de la Ley Orgánica de Régimen Municipal (1988),
otorgaba competencia a los municipios de crear los servicios de Policía
Municipal.
Es por ello, que el
Alcalde Peraza, con el componente necesario y suficiente, de la voluntad
política, decretó el 18 de noviembre de 1992 la creación del Cuerpo de Policía
Municipal de San Joaquín, considerada como la institución policíaca local
pionera del estado Carabobo. La Policía Municipal fue creada como un
organismo vigilante y defensor del Patrimonio Municipal, dependiente de la
alcaldía y conformado por hombres y mujeres dispuesta a trabajar por la
comunidad,… “los cuales pasan de inmediato a realizar un curso básico de cuatro
meses en el Instituto Universitario de Policía Científica del Cuerpo Técnico de
Policía Judicial-Aragua, para el mejoramiento profesional, en cuanto a
Disciplina, Física Moral y Formación Académica” (Folleto 1er. Aniversario de la
Policía Municipal de San Joaquín, 1993).
La cadena de mando de la Policía Municipal estuvo conformada,
en un primer momento, por el Comisario Antonio
José Magdaleno, sustituido luego, por el Comisario General (DISIP), Florencio Antonio Díaz Díaz y como
segundo Comandante, el Inspector Jefe (DISIP), Willians Omar Rodríguez, además de la plana mayor conformada por
los Inspectores, Fernando Ramírez y
Arcenis Cedeño Brito.
En 1993, el Alcalde Peraza juramentó el primer contingente
de Policía Municipal conformada por 38 agentes policiales. En esa oportunidad,
el alcalde manifestó que: … “la nueva
Policía de San Joaquín ha sido un esfuerzo de todos los sanjoaquineros para que
se consolide el municipio…debemos ser diferentes, para dar el ejemplo en Carabobo
y al resto del país” (Notitarde, 27 de agosto de 1993).
En el proceso de acercamiento con la comunidad, el
comisario Antonio Magdaleno dijo que: … “los
jóvenes policías se han compenetrado con la población, para trabajar de manera
preventiva contra el delito, aun cuando se requiera actuar para impedir que se
produzca cualquier hecho, que afecte a la ciudadanía” (Diario La Calle, 27
de julio de 1993).
Las funciones preventivas de la
Policía Municipal estaban sustentadas en la vigente Ley de Policía, donde se le
atribuye actuar como órgano auxiliar de la Policía Judicial,…“realizando todas las labores tanto preventiva como represiva en la
Comisión de cualquier delito de
acción Pública, preservando los sitios de sucesos, con el aseguramiento de las pruebas,
y la aprehensión de los presuntos culpable de determinado hecho delictivo,
pasando todo estos recaudos al Cuerpo Técnico de policía Judicial, o las otras
autoridades según la competencia y de acuerdo con esta normativas, la policía
Municipal, puede actuar en os delitos contra las personas y las propiedades y
efectuar investigaciones para determinar las responsabilidades a que hubiera
lugar, velar por el bienestar de sus gentes y propiedades en su jurisdicción” (Folleto
1er. Aniversario de la Policía Municipal de San Joaquín, 1993).
Según
la publicación realizada en 1993, los siguientes ítems son las funciones
preventivas de la Policía Municipal:
·
Cumplir y hacer cumplir las ordenanzas y reglamentos vigentes, en los términos en
esto expresado o de conformidad a las instrucciones que les sean impartidas por las autoridades
competentes.
·
Efectuar investigaciones para determinar
responsabilidad en la comisión de delitos contra el Patrimonio Municipal.
·
Velar por todos los
bienes de establecimiento y propiedades municipales, estadales, nacionales o
particulares, cuya custodia o jurisdicción les fue encomendada por el Alcalde o la Cámara Municipal.
·
Cumplir sus funciones
como órgano auxiliar de Policía Judicial y patrullaje.
·
Cumplir y hacer cumplir la normativa legal en
el Municipio, efectuando operaciones relacionadas con:
ü Trabajo Comunitario de la Policía Municipal.
ü Con las Brigadas de Seguridad Vecinal apoyados por modernos
sistemas de comunicaciones.
ü Con las Brigadas de Seguridad Estudiantil a través del
Programa de Sub-Oficiales Escolares.
ü Con la Brigada de Emergencia con estudiantes jóvenes
profesionales.
ü Con la Brigada de Seguridad de Instalación en nuestro acuerdo con los industriales y comerciantes a través de la Fundación Amigos del Policía, utilizando para ellos un moderno sistema de computación.
USO Y ABUSO DE LA FUERZA
Recientemente, dos trabajadores de la Empresa Heinz
formularon la denuncia ante el Presidente de la Comisión de seguridad y defensa
del Concejo Municipal, edil, Pedro Peraza, acerca de los maltratos y golpes que
fueron objetos algunos trabajadores por un grupo de policías municipales.
Además, afirmaron que el caso ya se encuentra en la Fiscalía. Éste, como otros
casos, que no se denuncia por temor de represalias es ya habitual, y forma
parte de un conjunto de hechos irregulares que debe ser discutido por todos los
actores sociales. Pero es que los abusos policiales, se han convertido en un
verdadero dolor de cabeza para las autoridades municipales, haciendo de ella
una larga historial de denuncia contra los agentes de la Policía Municipal. Recordemos
algunos casos que merecen nunca ser olvidado.
El
21 de julio de 1993 aparece en la prensa escrita (Notitarde), la denuncia del
comerciante, Julio Caamaño, sobre los atropellos de la recién creada Policía
Municipal. El caso consistió en lo siguiente: … “en su negocio de carnicería
Los Gustones, varios individuos utilizando un gato levantaron la puerta
santamaría y se llevaron equipos de trabajo y carne. Denuncia que hizo al
Cuerpo Técnico de policía Judicial. Al día siguiente estaba parado reparando la
puerta, y pasó un jovencito que se le quedó mirando y le dijo: Yo no robé tu carnicería;
y como respuesta, le dijo: No te estoy acusando de robo.
El jovencito en cuestión le lanzó un golpe a Caamaño,
hombre de más de 60 años, quien para defenderse agarró un palo. En ese momento
pasó el Comandante de la policía Municipal en una patrullita y se detuvo, y sin
preguntar qué pasaba, lo montó en la patrulla y se lo llevò detenido, junto con
el jovencito. Cuando le solicitó al Comandante que le permitiera avisar a sus
familiares que estaba detenido, le respondieron: Aquí no hay teléfono. Dice el comerciante que el Comandante como
los funcionarios que estaban allí, siempre actuaron en forma descortés y
altanera”.
Julio Caamaño era un comerciante de
origen español con más de 40 años residenciado en Venezuela. Muy conocido,
respetado y apreciado en el Sector Carmen Centro donde tenía su establecimiento
comercial. El comerciante no se explicaba que, siendo la víctima o el afectado,
fue llevado preso. Y, señalaba que la policía estaba conformada por jóvenes que
nada sabe, y de un Comandante traído de afuera que no conocía a los ciudadanos
honrados de San Joaquín.
En el mes de febrero de 1997,
ocurrió un caso de denuncia de maltrato que obligó al Alcalde de entonces, con
previa consulta, tomar la decisión de suspender las actividades de la policía
Municipal. La denuncia fue suministrada por
la madre del joven maltratado, señora Olga Galindez, quien dijo que su hijo,
Raúl Silvetti, “había sufrido quemadura de segundo grado en los testículos,
causadas por la colocación de hielo seco” (El Siglo, 01 de febrero de 1997).
Otro caso grave ocurrió el sábado
primero de marzo de 2008, cuando el estudiante Pedro Sánchez (peché), quien perdió
la pierna izquierda como consecuencia de un disparo accionado por un policía
Municipal. Esta situación, también de Derechos Humanos, generó hecho de violencia
por la protesta de estudiantes el día 4,
que intentaron quemar la sede de la policía Municipal. (Notitarde, 5 de marzo de 2008, Suceso, p.
41). Dos meses después, el alcalde César
Hernández, tuvo que indemnizar al joven estudiante con 100 mil bolívares y el
compromiso de conseguirle la prótesis que necesitaba. (El Periódico, jueves, 8
de mayo de 2008, p.12).
Otro triste suceso, fue el caso de
la muerte del joven, Reinaldo Juárez, ocurrido el 3 de junio de 2009, en la
Urbanización Villa del Centro, que según la versión de sus familiares: “Reinaldo acababa de salir de su trabajo
(Liceo que están construyendo en las Villas), cuando se dirigía junto a sus
compañeros a la cancha, cuando decidieron tumbar unos COTOPERIS, en ese momento
se acercaron hacia ellos dos policía vestidos de civil y dispararon contra
ellos sin medir ninguna palabra, ninguna señal de alto, ninguna oportunidad
de
identificarse, donde cayó Reinaldo muerto, luego los policías al darse cuenta
la injusticia que cometieron querían sembrarle armas de fuego pero no
pudieron hacerlo, ya que la comunidad salió al sitio del suceso y no dejaron
que estos lo hicieran” (Escritos de los familiares de la víctima, 2009).
Esta
situación generó una serie de protestas, y el 3 de junio durante los hechos violentos
fue ultimado de un disparo un funcionario de la policía Municipal, quemadas
tres motocicletas y volcados dos vehículos. (El Carabobeño, jueves, 4 de junio
de 2009, Cuerpo D).
PATRULLEROS ESCOLARES
En medio de
los conflictos que presentaba la institución policial, hubo un hecho social
importante de recordar: la juramentación y asenso el primero de febrero de 1997,
en la Plaza Bolívar, del grupo de Patrulleros Escolares que conforman la
primera patrulla escolar de la escuela Dr. Rafael Pérez.
Según la nota de prensa: “La figura del Patrullero Escolar es un
programa del Ministerio de Transito y Comunicación a través de la División de
Tránsito Terrestre en un convenio con el Ministerio de Educación y forma parte
del objetivo de educación para la salud. La programación se inició con Honores
del Pabellón a cargo de la Coral del Colegio Carmen Teresa Rosales de Guacara,
seguidamente se colocaron ofrenda al Padre de la Patria por parte del Alcalde y
la ilustre Cámara Municipal y la Brigada de Seguridad Estudiantil, y la Escuela
Dr. Rafael Pérez y Tránsito Terrestre, una vez culminada la misma se procedió a
la juramentación”… (Diario La Calle, domingo, 2 de febrero de 1997).
La juramentación estuvo a cargo del
alcalde, Nelson Guillen, quien manifestó:
“que este día estaban dándole a la seguridad vial una importancia que se había
perdido, pero gracias a la colaboración de los educadores, Alcaldía, Tránsito y
empresario, están formando estos pequeños ciudadanos a tomar responsabilidad,
no solamente para ejecutar un trabajo del plantel donde estudian sino para
todos los planteles educativos de este municipio. El Alcalde reconoció la labor
de la profesora Alba Ugarte y del Coronel (Av) Enrique Laurentin, comandante de
la policía Municipal, quienes pusieron todo el empeño para que este proyecto se
hiciera realidad” (Notitarde, Lunes, 10 de febrero de 1997).
URGENCIA
DE UNA REFORMA CONSTANTE
Desde hace mucho tiempo están activadas las alarmas acerca
de la urgente necesidad de implementar una profunda reforma de la policía
municipal, sin embargo, es muy poco el interés de las autoridades municipales
que no han querido abordar el grave problema de funcionamiento de la
institución como cuerpo de seguridad. Solo hemos escuchado de entregarle más
autonomía, mediante la figura de Instituto Municipal; sin embargo, a nuestro
parecer se debe analizar antes a la institución, buscar los correctivos y menguar la condición
generalizada de la Policía Municipal, que no escapa del diagnóstico
generalizado de las policías en el país: “La
actuación de esos diferentes cuerpos policiales es percibida de una manera
negativa por la población y las causas de esta desaprobación tienen un doble
componente: Por una parte se considera que la policía es ineficiente en la
promoción de la seguridad para la población y en el control del crimen y la
violencia, y por otra parte existe la creencia de que la policía en sí misma
está involucrada también en la comisión de delitos” (Urbio, Revista
Latinoamericana de Seguridad Ciudadana, Nº 2, Quito, Septiembre, 2007:166).
Es perentorio que las futuras autoridades municipales asuman con responsabilidad el funcionamiento de la policía Municipal, mediante la depuración y formación de nuevos agentes policiales, restablecer la imagen corporativa mediante la escogencia estricta de funcionarios idóneos a ocupar cargos de seguridad ciudadana, y reubicar la sede policial en un lugar más adecuado, con instalaciones físicas más acordes a las funciones preventivas.
San Joaquín, junio 2017.
Evencio Díaz
Cronista Municipal
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